Doctor Luis Péndola Martínez, quizás para muchos este nombre no sea familiar especialmente las nuevas generaciones, pero si ese nombre es escuchado por personas con algo más de años dentro de las comunas de Laja y San Rosendo la reacción es completamente diferente, ya que, fue el primer médico que llegó a Laja cuando comenzaban los primeros años de Empresa CMPC, formó parte de quienes lucharon por dar viva a la construcción del primer hospital para la comuna y a su vez es quien asume como director del centro asistencial lajino en los años sesenta. Don Luis Péndola Martínez nació en el año 1919 llegando a Laja desde el Hospital San Pablo de Coquimbo en 1958, desde ahí no dejó de estar relacionado con la comuna lajina, cumpliendo sus funciones de facultativo en CMPC y en la comunidad.
En este sentido hemos recibido por distintos medios opiniones de personas que recuerdan con especial cariño, su calidad humana y que concuerdan en el compromiso que siempre tuvo especialmente por Laja. A continuación algunos de las opiniones entregadas en relación a Dr. Luis Péndola.
LUIS PENDOLA C., hijo
“…Mi papa y el resto de mi familia llegamos a Laja el año 1958, el llegó como médico de la empresa, pero como todo médico comprometido asumió el cargo en lo que era la Posta de Laja que estaba, más o menos, frente a la casa de los Stocker donde había una subida hacia el cerro (actualmente a un costado de la Notaria), era una casa que ya se caía con dos piezas, en la de adelante estaban los practicantes la Sra. Marta y el Sr. Poblete, no recuerdo nombres completos… (Sra. Marta Morales y Sergio Pobrete), en esos tiempos como era obvio la posta no tenía ambulancia y carecía de muchas cosas, por lo que muchas de esas carencias eran suplidas por la gestión de mi papá en la empresa (CMPC Planta Laja), si bien los ingresos percibidos en esos años en la empresa no eran malos… pero el nivel de vida que llevaba era muy distinto a lo que es hoy en día, yo y mis hermanas debimos estudiar fuera de Laja, ya que liceo era algo que no existía, lo que implicaba un alto nivel de gastos.
La empresa en esos años por emergencias muchas veces presto la ambulancia para que un paciente grave fuera trasladado a Los Angeles, fuera del trabajo en Laja mi papa cubría además San Rosendo por lo que debía atravesar el puente invierno y verano cruzando sólo por esa pasarela para peatones que había en esos tiempos, se deben imaginar lo que era Laja en esos tiempos, no había una calle pavimentada… por lo que caminar por esas calles era sumirse hasta las rodillas en el barro, una visita médica de mi papa a la gente más humilde era… tener médico a domicilio sin costo, con remedios (muestras médicas) y más de una vez con plata propia para los gastos, eso se lo digo muy en serio y sin exagerar.
Además mi papá fue Regidor (lo que actualmente es un concejal) en el mismo período de Don Arcadio Fica, Alcides Fuentes, Carlos Benavente, Brigida Cea y un Señor Fuica, de ese período, en el que mi papa tuvo mayoría, nació una amistad entre mi papá y el señor Fica que llevó en esos años a que el le ofreciera el apoyo de su partido(PC) para que mi papá aceptara la candidatura a Diputado por la Provincia, propuesta que finalmente rechazó más que nada por asuntos de trabajo, el reconocimiento que había hacia mi padre llegó al punto de que en cada campaña presidencial que hubo en esos años significaba que en nuestra casa llegará por ejemplo; Jorge Alessandri, Julio Durán y Salvador Allende, como ven siempre existió una apertura de ideas a toda prueba.
Una vez que se inauguró el hospital la empresa (CMPC) contribuyó regalando una camioneta para el hospital, aún recuerdo una GMC gris que servía para el traslado del personal a las postas que se hacían en La Colonia, La Palma y otros lugares, además contribuyó con insumos para todos los servicios del hospital durante un tiempo considerable… además de aportar con el petróleo para la caldera.
Quizás un buen referente de todo lo que le cuento es el padre Félix con quien mi papá mantuvo una amistad muy fuerte, entre ambos hicieron muchas y grandes cosas por la gente humilde de Laja. Como historias de esos años las inundaciones detrás de la Estación de Ferrocarriles, recuerdo haber visto a mi papá entrar en bote a las 2 o 3 de la mañana a atender un parto en una casa de dos pisos que estaba inundada, recuerdo que el bote se dio vueltas… salió empapado y pregunte cuanto cobró y su respuesta fue… nada.
Los últimos días antes de fallecer se debió apoyar en mi mamá para poder ir al hospital, porque ese día debía hacer las calificaciones del personal, quizás lo que he contado es un poco para graficar el gran compromiso que tenía por su profesión.
Es posible que la atención del hospital no sea de las mejores, pero Laja no esta ajeno a lo que sucede en todo el país, pero por lo que le cuento, no se puede negar que las cosas desde esos años han mejorado mucho…
Otra anécdota una vez llegó una doctora de la que no diré el nombre y ella venía de Santiago y a cada enfermo que llegaba le pedía todos los exámenes habidos y por haber, recuerdo que mi padre le dijo que se ubicara que estaba en Laja y que allá no habían laboratorios por lo que con esa actitud obligaba a la gente a viajar a Concepción o a Los Angeles… así que si quería seguir el Laja tendría que aprender a usar las manos, el oído y los ojos.
Los últimos dos o tres años de vida de mi padre sólo trabajó en el hospital lo que significó que los ingresos familiares bajaran bastante cosa que en ningún momento lo hizo cambiar en su proceder como médico y como hombre, falleciendo el 5 de abril del 1979. Finalmente Laja es una ciudad difícil de olvidar y a la que le debo mucho, espero que la gente no pierda la mística, una ciudad sin historia es una ciudad sin identidad…”.
Quizás pueda parecer un relato de un hijo y el sentimiento que obviamente tiene hacia su padre, por ello conversamos con más personas que nos pudieran corroborar lo indicado… uno de los aludidos, el Padre Félix Eicher párroco por muchos años de Laja quien señala…
PADRE FELIX EICHER
“Un gran recuerdo… cuando había algunos enfermos especialmente los más necesitados, uno recurría al doctor Péndola, porque uno sabía que este hombre tenía un gran corazón, y sobretodo una manera para atender a la gente con una sonrisa, con bondad, con buenas palabras para atender a los enfermos. Muchas veces atendiendo a San Rosendo, en esos tiempo no había camino, sólo ese estrecho puentecito para ir para allá el siempre se desplazaba con generosidad, en bote para cruzar el río (río Bío-Bío) que no es nada tan estrecho, siempre dispuesto para ayudar. El salió de regidor es que era un hombre muy apreciado, que no miraba la parte política, nada de eso, estaba simplemente para ayudar por eso la gente lo eligió de regidor, preocupado para atender a la gente como independiente de todas las corrientes… dispuesto siempre a ayudar", menciona el reconocido sacerdote belga, chileno y lajino como el mismo reconoce.
Agrega, "…ciertamente el fue un gran luchador para que tuviéramos un hospital como la gente, en eso trabajó mucho, entregó su fuerza y capacidad, el ha sido una de las grandes personas que ha promovido de tener un hospital en Laja… realmente yo lo estimaba mucho”.
EDITO BELTRAN; Ex funcionario hospital y dirigente del sector salud por más de 35 años
“…Recuerdo su gran calidad humana y profesional el dio mucho por Laja especialmente por los más necesitados, además de aficionado por el deporte el junto a Don Alcides Fuentes impulsaron el sacar adelante el Deportivo Facela en esos años… y siempre comprometido por sacar adelante el hospital de la comuna. Gestionando incluso la construcción del consultorio que esta ubicado al ingreso de población Nivequeten en Laja que en su momento se pensó llevaría su nombre, pero con los cambios de administraciones en esos años, no ocurrió. Como anécdota recuerdo que contaba que el fue uno de los que participó en sus primeros años en la comuna en la construcción del Club de Campo, ubicado en el km 5 de la ruta Q-90, pero con mucha gracia años después (cuando su condición económica no era la misma) contaba que no tenía acceso a dicho recinto. El doctor Péndola luego se capacitó en Concepción y Santiago llegando a ser reconocido como uno de los buenos cardiólogos de la zona, el como también los doctores Jana y Navarrete también hicieron esfuerzos para sacar adelante la atención pública en la comuna. Como no recordar además al doctor Carlos Zurita, que falleció en un trágico accidente pero que también entregaron mucho por la salud en Laja… el Dr. Péndola una gran persona, muy recordada”.
Estos son sólo algunos de los testimonios de quienes recuerdan al facultativo, otras conversaciones más informales señalan el trato “especial” que tenía con las personas de Laja al encontrarlas en otros lados, por ejemplo en el Hospital de Concepción, o lo que gustaba de escuchar de las personas de más edad como se trataban enfermedades cuando no había posta o donde poder entregar atención a los enfermos, las pestes como se manejaban, entre muchas historias.
Finalmente es bueno recordar a personas que de una u otra forma han dado algo por algún lugar, reconocimientos que a pesar de los años de alguna forma debe existir, ya que, en oportunidades pasa el tiempo y se tiende a olvidan con cierta facilidad.