Municipalidad de Laja debió pedir disculpas públicas por haber vulnerado derechos fundamentales a exfuncionaria

Sólo ejercí mi derecho a defensa frente a la vulneración en mi contra, por parte de la Municipalidad, expresó Nancy Arroyo

Laja 14 de diciembre de 2020; El pasado día miércoles 9 de diciembre en sesión de Concejo Municipal se realizó la lectura de disculpas públicas a la exfuncionaria Nancy Arroyo Inostroza, desvinculada el año 2019 y quien presentó una demanda de Tutela Laboral que fue acogida comprobándose la vulneración de derechos fundamentales.

Pudimos conocer sus impresiones tras este cierre de un largo proceso no exento de dificultades.

Tal como se indica en la instancia judicial bajo la causa T-5-2019 presentada en el Juzgado de Laja, la afectada inicia este proceso por lo que considera que “se vulneró mi derecho a la no discriminación y derecho a la indemnidad, al ser despedida de la Municipalidad, aludiendo a salud incompatible para el cargo, lo que era falso”, señala la docente Nancy Arroyo quien realizaba en la fecha señalada labores administrativas en el edificio municipal.

Este despido fue considerado vulneratorio por la demandante, quien finalmente se decide a realizar la presentación por tutela laboral, “Decidí interponer esta demanda para ejercer mi derecho a defensa y lograr que se declarara este despido como un despido vulneratorio. Esta causal de despido, no sólo implicó no tener indemnizaciones ni pago de vacaciones, sino un antecedente perjudicial en cualquier otra postulación a trabajos. Ello implicó no sólo sentirme violentada en mis derechos fundamentales, estrés, ansiedad, sino, además una situación económica catastrófica”.

La resolución finalmente le dio la razón a su planteamiento, e involucró el pago de una indemnización, la que tuvo que ser aprobada por el Concejo Municipal el pasado 22 de octubre, resolución a favor de la señora Arroyo Inostroza la que además incluía el que se debían pedir disculpas públicas desde el Municipio por lo sucedido.

Disculpas que se adjunta en documento que finalmente fue firmado por el Administrador Municipal, Alexi Pérez Castro en calidad de alcalde subrogante, según se acompaña a continuación;

Carta que fue leída en la última sesión de Concejo Municipal, presidida por el concejal Luis Espinoza, a ausencia del alcalde Vladimir Fica quien se encontraba en Santiago en temas vinculados a su cargo. Lectura que se realizó después de cerca de dos horas, en los puntos varios y no en el inicio de la sesión como algunos concejales habían planteado en la ocasión. Situación que produjo un cruce de palabras entre los concejales en sesión que se realizó en el auditoria de la Casa de la Cultura lajina.

Consultada al respecto, manifestó que “efectivamente, las disculpas públicas debieron ser leídas al principio del Concejo Municipal, porque así lo indicó la jueza del Juzgado Laboral y Cobranza Judicial, en la audiencia de revisión de cumplimiento del día 1 de diciembre de 2020, al abogado municipal Jhanz Oberg, quien estaba presente. Obviamente ello no fue informado por el abogado o no fue considerado por el alcalde al fijar el acta del concejo”.

Sesión del concejo donde además no se le permitió poder expresar algunas palabras tras la lectura de las disculpas públicas, una instancia excepcional solicitada por los concejales Pérez, Aranera y Urra, lo que finalmente no ocurrió.

Para la señora Nancy Arroyo no fue una decisión -que se le permitiera hablar- que la sorprendió, tal como lo fue el hecho que estas disculpas no fuera firmada por el propio alcalde Vladimir Fica, agregando que “la verdad, no me sorprendió. Si bien la Municipalidad es la persona jurídica condenada, fue el sr. Fica quien ejecutó los actos vulneratorios, en el ejercicio de su cargo, ocultando una represalia por medio de un despido vulneratorio. Me basta que la sentencia así lo haya señalado, aunque la disculpa no la haya leído él. Lo importante es que la Municipalidad debió cumplir dicha condena” afirma.

Jornada del pasado miércoles que, como en otras instancias, sintió el apoyo “los señores Concejales son muy amables, pero efectivamente siempre recibí el apoyo de la señora María Isabel Araneda, don Héctor Pérez y don Pedro Urra. A ellos doy las gracias por su apoyo incondicional”.

Consultada de la eventualidad que se le hubieran dado la posibilidad de poder expresar sus sentimientos tras la lectura en la sesión de concejo, ¿Qué es lo que habría expresado?, “cuando pedí la palabra, sólo quería poder dejar en claro que el estar allí, escuchando por fin las disculpas públicas ordenadas por el Tribunal, era el cierre de un largo proceso que había dañado mi larga carrera como funcionario municipal. Que nunca existió una salud incompatible, y que siempre cumplí celosamente cada cargo y función encomendada en los 17 años que presté servicios a la Municipalidad de Laja. Que agradezco a Dios que esta difícil situación haya terminado, poder dar vuelta la página y continuar con nuestras vidas, y como ya señalé, siempre con la confianza y tranquilidad de que se hizo justicia y primó la verdad”.

Pero existen más denuncias por vulneración de derechos fundamentales, consultada al respecto y el velar por que esto no se repita en otros funcionarios que se indica en la resolución, complementa indicando que “la sentencia en la causa T-5-2019, señala que además de pedir disculpas, la Municipalidad debe velar porque situaciones de vulneración de derechos no debe volver a repetirse. Espero en Dios que así sea, y se tome conciencia de cómo afecta a las personas procesos como éste.  Sin embargo, no puedo referirme a esas causas. Sólo espero que nadie viva lo que yo viví”.

Asimismo, consultada en relación a continuar con alguna acción adicional de tipo judicial, indicó que “no hay más acciones de mi parte. Para mí, la sentencia del Juzgado Laboral de Laja, cumplió el objetivo, acogió mis peticiones y simplemente trató de compensar, de alguna forma, el daño causado por esta vulneración de derechos fundamentales. Ni el dinero a que fueron condenados, ni las disculpas públicas, pueden igualarse a los meses de actos vulneratorios en mi contra; pero al menos, siento que se hizo justicia”.

Finalmente, quiere dejar claro que “la demanda se interpuso con la intención de recobrar mi honor como funcionaria municipal de tantos años, siempre destacada, y hacer valer mis derechos como trabajadora. Y así se comprobó. El despido fue vulneratorio, discriminatorio, y como represalia por ser testigo en un juicio de familia (que enfrentaban sus respectivos hijos) en que había interés personal indirecto del alcalde. Quien dude de las razones de este proceso tan doloroso, sólo le basta con lea la sentencia que condenó a la Municipalidad, en donde se detallan los fundamentos de esta. La que es información pública”, concluyó.

 

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